El mundo católico está de luto tras la partida de Inah Canabarro Lucas, una monja brasileña de 116 años, quien ostentaba el título de la persona más longeva del mundo. Su deceso ocurrió este miércoles, 30 de abril , en la tranquilidad de un convento ubicado en Porto Alegre, Brasil. La noticia ha conmovido a la comunidad cristiana y a quienes seguían de cerca la inspiradora historia de Inah Canabarro.
Nacida el 27 de mayo de 1908 en la pintoresca localidad de San Francisco de Asís, en el estado de Río Grande del Sur, Inah creció en el seno de una familia numerosa. Durante su infancia, su salud se consideró frágil, por lo que pocos anticiparon que alcanzaría la edad adulta. Sin embargo, su fortaleza interior y el destino le tenían preparado un camino extraordinario.
Inah Canabarro: una vida dedicada a Dios, la educación y el arte
A la temprana edad de 16 años, Inah Canabarro tomó una decisión trascendental que definiría el rumbo de su vida: ingresó al internado Santa Teresa de Jesús en Santana do Livramento. Allí, abrazó la vida religiosa con fervor y dedicación. Como educadora, Canabarro demostró una gran pasión por la enseñanza, impartiendo sus conocimientos de portugués y matemáticas a innumerables estudiantes en Río de Janeiro. Su compromiso trascendió las aulas.
Además de su labor docente, desplegó su energía y creatividad al organizar bandas musicales escolares. Asimismo, fomentó activamente los intercambios culturales entre Brasil y Uruguay, enriqueciendo la vida de sus alumnos y promoviendo la comprensión entre naciones. Su destacada trayectoria profesional evidenció su espíritu inquieto y su profundo compromiso con la educación y el desarrollo integral de los jóvenes.
De fe inquebrantable
Un momento significativo en la vida de Inah Canabarro llegó en enero del 2025. Tras el sensible fallecimiento de la japonesa Tomiko Itooka, la organización LongeviQuest, reconocida por su rigurosa verificación de la edad de los supercentenarios, declaró a Inah Canabarro Lucas como la persona más longeva del mundo. Este reconocimiento mundial puso de manifiesto su excepcional longevidad y atrajo la atención de los medios internacionales.
Canabarro siempre atribuyó su notable longevidad a su profunda fe católica, la cual la sostuvo a lo largo de su vida. A pesar de enfrentar problemas de visión y audición, así como dos recientes hospitalizaciones, celebró con alegría su cumpleaños número 116 en junio del 2024. En esta especial ocasión, estuvo rodeada del cariño de sus hermanas teresianas y sus familiares, quienes admiraban su espíritu resiliente.
Apasionada por el fútbol
Más allá de su vida religiosa y su longevidad, Inah Canabarro era conocida por su ferviente pasión por el fútbol. Su corazón latía por el Internacional de Porto Alegre, equipo al que apoyaba con entusiasmo. Su habitación en el convento reflejaba esta afición, adornada con los colores rojo y blanco del club de sus amores.
Los vínculos familiares también eran muy importantes para ella. Su sobrino, Cleber Canabarro, de 84 años, la visitaba semanalmente y mantenía una comunicación constante a través de mensajes de voz. Este afectuoso lazo familiar brindó consuelo y alegría a Inah en sus últimos años.
¿Quién es actualmente la persona más longeva del mundo?
Tras el fallecimiento de Inah Canabarro, Ethel Caterham, una mujer británica de 115 años, asumió el título de la persona más longeva del mundo. Sin embargo, el legado de Inah Canabarro Lucas perdurará en la memoria de quienes la conocieron. Su vida es un testimonio del poder de la fe, la dedicación y el espíritu humano.