La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) alertó este martes de que unos 52.000 migrantes han muerto en todo el mundo huyendo de crisis humanitarias a lo largo de los últimos diez años, la mayoría de ellos originarios de países como Afganistán, Birmania, Etiopía o Siria.
En un nuevo informe, la OIM indicó que la mayoría de estos fallecimientos se deben a rutas peligrosas elegidas «debido a la desesperación» a la hora de hacer frente a la «inseguridad, los conflictos, los desastres y otras crisis».
Así, el texto señaló que desde el año 2014 son más de 52.000 los que han perecido en un intento por huir de países afectados por diversas crisis, lo que supone casi tres cuartos –un 72 por ciento– de todas las muertes de migrantes registradas a nivel global durante este periodo de tiempo.
Migrantes atrapados y vulnerables
Esa cifra incluye a unas 39.000 personas fallecidas en zonas de conflicto, muchas de ellas «atrapadas y en condiciones vulnerables». Otras 13.500 han muerto, precisamente, tratando de escapar de esas zonas. «Estas cifras son un recuerdo trágico de que la gente arriesga sus vidas cuando aumenta la presión debido a la falta de oportunidades y a la creciente inseguridad», lamentó la directora general de la organización, Amy Pope.
Estos casos, indicó, se producen cuando la población siente que «no tiene opciones seguras o viables» en sus países de origen. «Debemos invertir en crear oportunidades y estabilidad en las comunidades de origen para que la migración sea simplemente una opción y no una necesidad», aclaró. «Cuando quedarse ya no sea posible, debemos trabajar juntos para establecer rutas seguras, legales y ordenadas que permitan salvar vidas», añadió.
Las zonas más peligrosas
El informe indicó que las zonas más «mortales» para los migrantes son las regiones en crisis. Así, más de la mitad (un 54 por ciento) de todas las muertes de migrantes se han producido en países afectados por conflictos y desastres o cerca de ellos. En Afganistán, unas 5.000 personas han muerto, muchos de ellos tratando de huir del país después de que los talibán se hicieran con el control en 2021.
En cuanto a la minoría rohingya de Birmania, son más de 3.100 personas las que han fallecido, muchas de ellas debido a los naufragios cuando intentaban alcanzar las costas de Bangladesh. Asimismo, la ruta del Mediterráneo central también se ha convertido en una de las más peligrosas, con casi 25.000 decesos durante estos años.
La OIM matizó que la mayoría de migrantes fallecidos proceden de Afganistán, Birmania, Etiopía, Siria, Guatemala, Venezuela, Haití, Honduras, Sudán y Bangladesh.
Un llamado internacional en favor de los migrantes
La organización lamentó que a pesar de la gravedad de la crisis, existe una creciente necesidad de tener a los migrantes en cuenta a la hora de planear la asistencia humanitaria. «Aunque uno de cada cuatro migrantes desaparecidos venga de un país afectado por una crisis, la ayuda no incluye muchas veces medidas para proteger a aquellos que tienen que desplazarse», detalló el documento.
La coordinadora de la OIM del Proyecto de Migrantes Desaparecidos, Julia Black, señaló que muy a menudo «los migrantes quedan fuera de las estadísticas». «Debido a estos agujeros, especialmente en zonas de desastre, la verdadera cifra de fallecidos podría ser mucho mayor de lo registrado», añadió.
En este sentido, instó a los socios y países de la comunidad internacional a «trabajar conjuntamente para garantizar que los migrantes no son excluidos de los planes de respuesta ante las crisis humanitarias».