Después del revuelo mundial que causó la noticia, la diva del pop se dedicó cien por ciento a su trabajo e incluso se la vio de buen humor en medio de su gira Sticky and Sweet. Pero el divorcio sólo se hizo real el viernes pasado, cuando un juez británico lo fichó en un juzgado de familia londinense. Y ahora, después de que se ventilaran todas sus peleas y los detalles de la turbulenta relación con su ex marido, que no quiso ni un céntimo del dinero de la diva, Madonna se ha desahogado. "Estoy muy triste por mi vida personal", declaró la cantante a la agencia de noticias Associated Press. "Pero al mismo tiempo, me siento bendecida y afortunada de tener la oportunidad de hacer lo que hago en la otra, mi vida profesional. Sería horrible si sólo pensara en el divorcio, la gran cantidad de trabajo que tengo me permite distraerme y eso me permite a salir adelante", agregó.