El canciller Celso Amorim, dio a entender que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva endurecerá su política hacia Ecuador, después de que el presidente de ese país, Rafael Correa, amenazara con no pagar una deuda contraída con el banco más importante del Estado brasileño. Amorim dijo que en el pasado la política externa de Brasil ha sido criticada "por una actitud de 'comprensión' en relación a ciertas situaciones", panorama que puede cambiar ahora. "Nosotros creemos que actuamos correctamente en el pasado, porque eso era bueno para Brasil, bueno para la integración, bueno para las relaciones", dijo Amorim a periodistas en Sao Paulo. Ministro reacciona De su parte, el ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea aseguró que el gobierno ecuatoriano respeta la decisión de Brasil de llamar a consultas a su embajador en Ecuador. Larrea dijo que el régimen seguirá defendiendo los intereses del Estado en el pago del mencionado crédito. La deuda que cuestiona Correa asciende a 286,8 millones de dólares y sirvió para financiar la hidroeléctrica de San Francisco.