En el caso de Cedeño, se indica que el carro habría prestado servicios en la misma ruta y trabajo de un vehículo de propiedad de Carlos Araúz, por lo que el acusador presume que se ha pagado dos veces por una misma labor. Mendoza dijo que la misma situación ocurre con los vehículos de Teresa y Édgar Navarrete, quienes son hermanos y sus carros trabajaron en las mismas rutas, el mismo día e hicieron idéntico trabajo. Lo más grave del caso, afirmó Mendoza, es que el contrato de Cedeño señala que estaba obligada a conducir el carro, lo que no ocurrió porque ella es empleada del IESS. Él presume que este vehículo jamás laboró en la Emapap, pero que le pagaron a la propietaria. Defensa Casanova reconoció la contratación de los tres vehículos, pero dijo que fue por la emergencia invernal. Mostró fotos de los carros llenos de material que era retirado de las alcantarillas e indicó que si se trabajó en los mismos sectores fue porque la situación lo ameritaba. No hay doble trabajo, los obreros ingresaron en bloques en todos los barrios de Portoviejo para poder retirar todos los sedimentos, afirmó. En cuanto al pago, dijo que se cancelaban 20 dólares al día, y que por esta cantidad el propietario debía pagar los gastos de chofer y combustible. Añadió que está esperando a que la Fiscalía lo cite para dar su versión. Mendoza patrocina a Franklin Bernal en un juicio laboral contra la Emapap.