"Hay que presionar hasta alcanzar el objetivo (de un alza de 14,5 por ciento). Hay que rodear por dentro y por fuera el Congreso", dijo Cristián Cuevas, secretario de conflictos de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). En réplica, el ministro portavoz del gobierno, Francisco Vidal, pidió mesura a los líderes sindicales. "Hemos hecho un esfuerzo grande, en un año complejo", dijo. La propuesta, negociada con parlamentarios oficialistas, plantea aumentar un diez por ciento el sueldo de los funcionarios que reciben hasta 1.100 dólares y que son un 60 por ciento del total. Además, propone subir un ocho por ciento la remuneración de los trabajadores fiscales que perciben salarios de hasta 2.300 dólares y sólo un cuatro por ciento la de quienes ganan hasta 4.700 dólares. Por último, el proyecto, por orden de Bachelet, niega el alza a ministros, jefes de servicio y la propia presidenta. El conflicto, que mantiene paralizados servicios públicos y ministerios, estalló luego que los gremios del sector público pidieron un alza salarial, para enfrentar la inflación que trepó a 9,9 por ciento interanual a octubre. "Lo que hemos planteado es que acá debe recuperarse el IPC que se ha acumulado. Creo que arriba del 12 por ciento es una salida adecuada a cualquier conflicto", reiteró ayer el dirigente sindical Cristián Cuevas.