El tema fue planteado a la subsecretaría de Ordenamiento Territorial, Ginger Mendoza, quien ayer estuvo en Portoviejo reunida con los burgomaestres antes mencionados y también con los de Santa Ana y 24 de Mayo. Quien llevó la voz del tema fue el alcalde Pacífico Zambrano de Rocafuerte, quien recordó que cuando la Asamblea Nacional funcionó en Montecristi hicieron llegar a los asambleístas un proyecto de Ley de creación de la empresa regional de agua potable, pero que el tema nunca fue analizado, mucho menos debatido en la asamblea. "Para que esta planta sea construida hubo un paro, y Rocafuerte puso los muertos y Manta se quedó con la obra", dijo con pesar el alcalde Zambrano, quien señaló que si las autoridades de Manta insisten en racionar la entrega de agua a los otros cantones la situación podría agravarse. Dinero es el problema A la reunión también asistió Patricio Zevallos, jefe de planificación de la Empresa de Agua Potable de Manta (Eapam), entidad que administra la planta, quien explicó que el problema con Rocafuerte es porque no están al día con sus pagos. Hay una deuda de casi 100.000 dólares, dijo el técnico. Sobre las causas por las cuales no se esté entregando agua a Crucita, Zevallos no supo las causas, pese a que reconoció que el municipio de Portoviejo está casi al día en sus pagos a la Eapam. Cuando la subsecretaria le preguntó cuánto de agua entregan diario a Rocafuerte y Jaramijó, Zevallos informó que bombean 1.100 m3 a Rocafuerte y 300 m3 cada dos días a Jaramijó; estas cifras alarmaron Mendoza, quien de inmediato señaló que el interés del gobierno es que haya agua las 24 horas del día en las poblaciones servidas por El Ceibal. Vamos a analizar el pedido de los municipios, porque todos tienen derecho al agua, finalizó la funcionaria.