La pareja ecuatoriana que perdió a sus dos hijos, nacidos en España, el sábado último en un incendio en la ciudad española de Ibiza (Islas Baleares), deberá decidir dónde enterrará los cadáveres después que el forense confirmase hoy la muerte por asfixia. Según el concejal de Bienestar Social del gobierno balear, Enrique Sánchez, los padres de los menores, que no se hallaban en el domicilio cuando se produjo el incendio, han exigido que se respete su intimidad e insistido en que el niño y la niña, de 2 y 4 años, "eran españoles, pues nacieron en Ibiza", no en Ecuador.