Cuántas lágrimas hemos vertido cuando, evocando a nuestros queridos e inolvidables padres, escuchamos y tarareamos una de sus canciones predilectas: “Viejo, mi querido viejo”, recordando los consejos, el buen ejemplo y también las llamadas de atención que oportunamente nos dieron y legaron para convertirnos en personas correctas y en buenos profesionales como lo somos ahora. Cientos de personas escuchamos cantar a Piero como en sus buenos tiempos de antaño, cual si fuese un ruiseñor entregando su mensaje para pobres y ricos, para grandes y chicos. Este iluminado cantautor es un ícono que nos proyecta con sus poemas hechos canciones hacia un mañana luminoso, ganándole la carrera al tiempo, porque su mensaje es de ayer, de hoy y para siempre. Nos llegó Piero a Portoviejo, a nuestro añorado local de “Cine Jardín El Recreo”, hoy de la Casa de la Cultura, núcleo autónomo Eloy Alfaro Delgado, cuando en el mundo soplan nuevos vientos de cambio, tal como así él ha cantado. Ojalá que la presencia de un negro extraordinario como el Doctor Barack Obama, que dirige al pueblo norteamericano que fue racista legendario, nos dé a los latinoamericanos y al resto de habitantes del orbe una vida más justa, más equitativa y solidaria. ¡Gracias Piero y Doctor Lenín Moreno por ser como son, no cambien!