Ésta es la hora de que la casa ecuatoriana tome riendas en el asunto para reclamar justicia y proveer apoyo económico, moral y psicológico a la familia de la víctima. Estos son los problemas que nosotros, los ecuatorianos residentes en EE.UU., afrontamos todos los días y la casa ecuatoriana debe enfocarse en encontrar soluciones a estos problemas, en vez de estar haciendo concursos de guagua de pan, haciendo reuniones de voluntarios que no tienen ningun resultado o promocionando un absurdo plan de retorno, cosas que no solucionan problemas graves como inmigración, racismo, explotación laboral etc. y más bien se burla de la comunidad migrante. Y no me refiero a hacer protestas o poner velitas en el sitio de la tragedia; la comunidad ya sabe cómo organizarse y convocarse para protestar una injusticia; me refiero a proveer abogados capacitados y gratuitos para la familia de la víctima, vigilar las diferentes etapas de la investigación policial, proveer asistencia psicológica a los familiares de la víctima. Aquí, como en el Ecuador, ayudar cubrir costos del entierro y muchas otras necesidades. Si la casa ecuatoriana no puede cumplir con estos servicios básicos, entonces ¿cómo podemos justificar su existencia? La comunidad estará vigente para ver qué papel la casa ecuatoriana desempeñará en esta situación. Y si no estamos satisfechos, entonces habrá varias protestas hacia el gobierno de Rafael Correa.