Los indocumentados fueron detectados por la Policía e inmediatamente trasladados vía aérea a la ciudad de Guayaquil. La expulsión se dio tras un operativo sorpresa de la Policía con el Ingala, acción dirigida a los taxistas de la isla Santa Cruz, la más poblada del archipiélago, que en semanas anteriores habían sido advertidos para que legalicen su situación de residencia. Los familiares de los expulsados se quejaron de que a sus parientes ni siquiera les dieron tiempo de empacar sus pertenencias y fueron obligados a dejar Galápagos con lo que llevaban puesto. Ángel Ramos, del Ingala, defendió la legalidad del procedimiento y negó que el procedimiento atente contra los derechos humanos. En junio pasado Galápagos, fue incluido en la lista roja de los Patrimonios Naturales en riesgo por la Unesco, por desequilibrios ecológicos.