El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, conversó ayer personalmente con su colega ecuatoriana, María Isabel Salvador, para destrabar la negociación, que había llegado a un punto de inflexión por parte de Ecuador. Hace dos semanas el Gobierno ecuatoriano anunció la terminación anticipada de los contratos de Repsol YPF por una serie de desacuerdos, como la bajada de la producción de un 20 por ciento y la falta de nuevas inversiones en los campos que opera la compañía. Asimismo, la negativa de la petrolera española de cambiar el actual contrato de participación en la renta petrolera con el Estado a otro de prestación de servicios precipitó la decisión del presidente Correa de pedir a la compañía que abandonase el país. No obstante, el trato de Gobierno a Gobierno dio resultados a último momento, ya que Repsol aceptó todas las condiciones impuestas por Ecuador, según confirmó ayer mismo el ministro ecuatoriano de Minas y Petróleos, Derlis Palacios. Tras un pedido expreso de la Cancillería española, Palacios recibió ayer al vicepresidente mundial de Repsol, Nemesio Fernández Cuesta, con quien logró concretar el acuerdo. Repsol, agregó Palacios, acepta "todas y cada una de las condiciones que ha establecido el Estado ecuatoriano", que son las mismas que se habían planteado en marzo, en un primer acercamiento entre las partes, y luego fueron ratificadas en agosto.