Unas 130 familias de varios caseríos del municipio colombiano de Tarazá (noroeste) salieron de sus casas por temor tras el asesinato de dos campesinos que lideraron marchas cocaleras en esa región. El comandante de la Policía de Antioquia, coronel Luis Eduardo Martínez, descartó hoy que la guerrilla de las FARC esté detrás del desplazamiento forzado de 113 familias de las aldeas de La Cidra, La Cabaña y La Colorada, y acusó a cocaleros de la zona de presionar a los campesinos.