En Portoviejo el gasto está tan alto, básicamente por el pago de sueldos y otros beneficios a los más de mil empleados, obreros y contratados que trabajan en la municipalidad. Un estudio reciente demostró que para administrar el cantón es suficiente un tercio de ellos, el resto está de más y entre ellos hay varios “pipones”, es decir los que cobran y no hacen nada.
Este mal lleva unos 20 años comiéndose el presupuesto que debería ir a las obras. Ninguna de las últimas administraciones municipales ha logrado vencerlo.
La erradicación del piponazgo debe ser una prioridad para los portovejenses. Si ésta, o cualquier administración municipal se hubiera endeudado para liquidar a los pipones hace años y hubiera destinado el mismo dinero de los sueldos a pagar la deuda, ya se estaría avanzando en la solución y no como se está ahora, con pequeños avances.
Hay varias alternativas para enfrentar este mal: adquirir un crédito, pedir al gobierno una asignación extrapresupuestaria, usar los recursos excedentes que con seguridad la Empresa Municipal de Agua y Alcantarillado de Portoviejo (EMPAP) tendrá una vez que empiece a administrar esas obras, entre otras figuras financieras.
Si bien hay planes para combatir el piponazgo, en la práctica hay pocos resultados.
"El 85% del
presupuesto se
va en gasto"