Correa consideró que el traspaso de la frontera, sin permiso de Ecuador, representó una "violación de la soberanía", por lo que el 3 de marzo rompió las relaciones diplomáticas con Bogotá. "Angostura nunca más", dijo Correa en su informe semanal de radio emitido hoy desde la ciudad costera de Esmeraldas, en la provincia del mismo nombre, fronteriza con Colombia. "Estamos dispuestos a mirar al futuro, buscar entendimientos por nuestros pueblos, pero jamás olvidar el pasado", puntualizó Correa al subrayar que "lo del 1 de marzo de 2008 pasará a la historia como el día de la infamia, una puñalada por la espalda, una traición artera". El jefe de Estado dijo que en su administración se preocupará de que ello no ocurra "nunca más", en referencia a la violación territorial. "Que nadie se engañe, estamos dispuestos a mirar al futuro, más aún si hay un cambio de actitud del Gobierno del vecino del norte (Colombia), que no lo ha habido", señaló Correa. Añadió que "cada vez que (el presidente de Colombia, Álvaro) Uribe se pone bravo, nos lanza, de nuevo, la cantaleta de que tenemos bases de las FARC en suelo ecuatoriano". El jefe de Estado apuntó que las 16 coordenadas que Colombia dio a la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la supuesta presencia de las FARC en Ecuador eran "falsas". Asimismo, se lamentó de que Colombia supuestamente haya señalado que no podía intervenir en la liberación del ecuatoriano Klever Larriva, por presuntamente estar en territorio controlado por las FARC. El presidente recordó que Larriva, secuestrado por bandas colombianas, fue liberado gracias al pago de un rescate tras seis meses de secuestro.