Los ciudadanos de 20 países podrán beneficiarse de las medidas. Éstas consisten en pagar por adelantado en dos veces el subsidio de desempleo mensual a los extranjeros que se han quedado sin trabajo. El 40% de ese subsidio total se pagaría en España y el resto, cuando la persona haya llegado a su país.
Para ello, el trabajador deberá estar inscrito como demandante de empleo y habérsele concedido el subsidio por desempleo. Además, deberá abandonar el país 30 días después de haber recibido el primer pago en España y comprometerse a no volver a España a trabajar en los tres años siguientes, según un comunicado emitido ayer por el Ministerio de Trabajo e Inmigración.
Pasados los tres años, el trabajador tendrá "derecho preferente" para optar a un empleo en España gestionado por el Gobierno. Quienes decidan regresar no perderán sus derechos de residencia en España. Esta medida tiene "vocación de permanencia" y "favorece el desarrollo de los países de origen mediante el regreso de personas cualificadas", explicó el ministerio.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, también anunció la posibilidad de ayudar con microcréditos a los extranjeros que quieran retornar, pero todavía no se han tomado medidas al respecto. El Ejecutivo fue bajando paulatinamente la cifra de los inmigrantes que espera regresen a sus países, de unos 100.000 iniciales a unos 87.000.