Su padre y abuelo también hicieron sombreros aunque antes no había tantas posibilidades comerciales como ahora en que este accesorio se vende mejor. El sombrero le ha dado fama e identidad a Montecristi. Su confección viene desde tiempos inmemoriales. Los datos más recientes señalan que la familia del general Eloy Alfaro exportaba sombreros a Panamá y desde allí salían a todo el mundo, por ello se los conocía como “Panamá Hat”. Actualmente hay más de 20 locales de venta. El sombrero más caro cuesta 600 dólares, la particularidad es que su tejido es muy fino, casi imperceptible, y aunque se lo doble de cualquier manera, siempre recuperará su forma original. Gran demanda Esa calidad de sombreros es comprada generalmente por turistas que llegan hasta Manta en cruceros. También hay compradores exclusivos de Estados Unidos y Europa; comerciantes internacionales llegan para exhibirlos en la vitrinas más lujosas del mundo con precios que los montecristenses ni siquiera se esfuerzan en imaginar. Aún así hay sombreros de todo precio. El de tejido más grueso cuesta 5 dólares, son del mismo modelo, igual de elegantes. De allí la escala de precios es diversa. Pablo Franco dijo que las ventas aumentaron mientras se realizó la Asamblea Constituyente en Montecristi. Cuando llegaban delegaciones a protestar o cumplir alguna actividad, vendía hasta 80 sombreros diarios. Ahora en un día normal vende dos. La fama y venta de sombreros es el mejor enganche para también vender artesanías. La imagen del general Eloy Alfaro es una de las preferidas por los turistas ecuatorianos. Se calcula que más de 10.000 personas están relacionadas directamente con la venta de los “Montecristi hat”, que ha ganado su espacio como símbolo local.