Este frente estará integrado entre empresarios y el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP) con el Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (INIAP). Se pretende firmar un convenio en un futuro inmediato. Justamente ayer en la estación experimental del INIAP, donde se desarrolló el seminario desde el jueves, el director general del ente, Julio César Delgado, se reunió con Javier Cevallos, segundo al mando del MAGAP, y delegados industriales, entre ellos Pablo Burbano, gerente de Negocios Inclusivos de La Fabril, para delinear acciones en este proceso. Perspectiva Delgado ratificó que hay una agrupación de productores que se está formando, quienes han pedido un convenio para trabajar en algunos aspectos "y eso lo vamos a perfeccionar. Hay que adherir a los industriales para poder luego aplicar los mecanismos de compra", mencionó. Mientras, el viceministro Cevallos dijo que urge estructurar acciones y avanzar a otras validaciones, a raíz de la investigación efectuada. Luego vendrán los planes de comercialización, expresó. Por su parte, Burbano indicó que La Fabril ha creado la unidad de Negocios Inclusivos para que se enfoque en el jatropha carcus (piñón) y la palma africana. En si, esta empresa tiene un vivero de piñón, con carácter investigativo, que según Burbano es lo primero que se debe hacer en este cultivo para cimentar el camino que se pretende seguir. "La Fabril tiene el interés de aplicar en el piñón un proceso industrial", señaló; entonces, la intención es "poder comprar semilla seca a los productores, o aceite mínimo para convertirlo en biodiésel con calidad absoluta". Respecto a cifras económicas referenciales, Oswaldo Proaño, jefe del laboratorio de procesos de la Escuela Politécnica Nacional, en el seminario expuso que el industrial compraría a cinco dólares el quintal de semilla a los productores, o a 400 dólares la tonelada de aceite de piñón. Luego debe invertir 58 centavos por litro para transformarlo en biodiésel, el cual puede venderlo a 75.