Para tratar sobre el particular, el gobernador de Manabí, Vicente Véliz, la semana anterior se reunió con los cuerpos de bomberos para iniciar una estrategia que facilite la toma de precauciones ante la amenaza del fenómeno que tanta destrucción y dolor ha causado en Manabí, cuyo territorio y población han sido, en el país, unos de los más castigados por las torrenciales lluvias y sus consecuencias. De acuerdo a lo dispuesto por la autoridad provincial, los bomberos deben presentar hoy en su despacho las necesidades y requerimientos a ser atendidos por el gobierno, para que estos organismos puedan desempeñar mejor sus labores. Esta adecuada decisión del gobernador es necesario que abarque también a los otros componentes de la Defensa Civil Nacional, como son la Cruz Roja y la Policía Nacional, directos actores de las acciones de rescate, quienes acusan, igualmente, de falencias o urgencias que hay que corregir o satisfacer. Entendemos que las medidas de precaución contemplarán, especialmente, los lugares donde las tragedias anteriores han causado mayores problemas por inundaciones, deslaves, rompimiento de vías, aguajes, etc; es decir, zonas sensibles que, se entiende, están resaltadas en los planos correspondientes. Aquello sin dejar de lado las posibilidades de que lugares diferentes a los anteriores se vean afectados, pues nada es seguro con estos fenómenos, por lo que las acciones de capacitación, prevención y equipamiento de y para los organismos de socorro, defensa y rescate, son más que prudentes para efectos de enfrentar esta grave amenaza y mitigar sus efectos, de presentarse nuevamente. "Enfrentar esta grave amenaza y mitigar sus efectos"