Como es de conocimiento general, cierta clase de chinchorro es el transmisor del parásito conocido como Trypanosoma Cruzi, que entra al organismo de los animales y de los humanos al rascarse la parte del cuerpo que fue picado, generándose la enfermedad que se conoce como el mal de chagas y que afecta a toda América Latina. Trabajadores del SNEM, de la dirección provincial de Salud de Manabí, a cuyo cargo está el control de este mal, procedieron a las medidas de inspección para el posterior control y erradicación de los insectos. Sin embargo la política salubrista tiene sus bemoles. Se recuerda que hace pocos meses Colón fue también preocupación por un caso similar, habiéndose realizado varias acciones de erradicación que, al parecer, no han sido suficientes. Se conoce que si bien hay varios técnicos laborando hay otros que no lo hacen porque sus contratos están paralizados, no son firmados, restando empuje a la campaña de erradicación del transmisor del mal. Es decir, falta interés oficial. Pero, igualmente, ninguna labor tendrá la eficiencia requerida si no hay la colaboración de los ciudadanos, puesto que es imprescindible que estos acepten y sigan las recomendaciones preventivas que se les imparte. Se conoce que, en el caso de Colón, por ejemplo, hay quienes se oponen a permitir cortar los cercos de piñuelas, lugar donde prolifera el chinchorro. Así, el mal permanecerá amenazante por siempre. Entonces, las autoridades deberán ejercer las presiones legales correspondientes para garantizar la salud de la comunidad.