En "El Reino", diplomáticos duros y militares americanos persiguen a una figura muy pero muy parecida, en papel, a Osama Bin Laden. La discusión mayor es si los militares armados deben interceder o no. ¿La fuerza bruta o la razón? Bastantes problemas nos ha traído el puño, pero ahí sigue, desesperado por entrar al ring. Y en "El Reino" el puño vaya que entra al ring y se saca la madre. Se trata de una película con muchas posibilidades de fracasar. No por su manufactura, que es impecable (gran fotografía, grandes locaciones), sino porque algo, entre el fondo y la forma, se confundió, se rindió, se perdió y no se volvió a recuperar. Lo que pudo haber sido un gran drama geopolítico decide irse por el atajo y resolverse apretando el gatillo. Sin embargo, las actuaciones de Jamie Foxx, el héroe de acción, y Chris Cooper, el diplomático duro, valen mucho la pena y mantienen, en la medida de lo posible, la atención del espectador. No vamos a hilar fino en la trama porque eso lo vemos todos los días en CNN. La discusión real, o de fondo, es si las películas de guerra, de esta guerra en particular, pueden servir para algo más que recaudar millones en taquilla. Yo, acaso pecando de optimista, pienso que sí. Creo firme e irreductiblemente que las películas influyen, muestran, enseñan y, en el mejor de los casos, se prestan para el debate. En "El Reino", por ejemplo, el debate acaba cuando todo empieza a explotar y uno casi está contento porque ese debate no iba para ningún lado. Esto le sirve a la película, no a la vida real. De cualquier manera, el hecho de que los gringos se pinten a sí mismos como los malos de la película, sobre todo tratándose de una mega producción como "El Reino", es algo digno de reconocimiento. Ya era hora. Y este conflicto con Oriente Medio ha destapado ese fenómeno. "El Reino" expone, al menos, las ganas y la necesidad de hablar sobre un tema que está en muchas bocas, pero en pocas manos. Los héroes americanos de esta película tienen conflictos interesantes, muy dentro, no saben si lo que hacen es lo correcto, pero tienen que obedecer. Ahí hay algo que debe subrayarse, no porque se trate de una tragedia mundial sino porque nos pasa a todos, a todas horas, en todos lugares. Todos los días, por mencionar algo que me toca de cerca, encuentro gente que trabaja en cosas que odia. Tienen que trabajar, hacen lo correcto, y al mismo tiempo, se auto sabotean. Así, con el ataque, en "El Reino" Estados Unidos gana territorio, pero pierde puntos.