No ha sido común en nuestras sociedades la presencia de un líder con una visión trascendente, que sea laborioso, planificador, esforzado, valiente, perseverante, servidor, apartado del orgullo, la arrogancia y la avaricia. Instintivamente el pueblo sabe que todo liderazgo ha de ejercerse para el bien y la prosperidad común; cambiar la realidad cuando ésta es adversa. La realidad es un sistema, un país es un sistema, con espacio territorial, la gente, las leyes, el sistema educativo, de salud, de sueldos y salarios, de seguridad etc. Todo sistema que no brinda bienestar debe ser cambiado. Esto es posible con liderazgos que posean los siguientes atributos: Visionarios, con visión nacida del conocimiento cabal de la realidad, inconformidad con ella y deseo vehemente por cambiarla. ”El hombre sin visión no vivirá”; si nos conformamos con la rutina, la mediocridad y la vida vivida de momento en momento no nos será perdonado, expresaba en su obra “Entusiasmo”, Monseñor Ronald Knox. La visión, como expresa John Stott, es una profunda disconformidad con lo que es y una clara comprensión de lo que puede ser. Casi todas nuestras sociedades son víctimas del pecado de la apatía, aceptación de lo inaceptable, en éstas escasean los líderes visionarios. Laboriosos – Los visionarios deben ser planificadores, realizadores y esforzados; eso implica trabajo duro para convertirse en hombres de acción. El antiguo testamento (libro de Josué) nos ilustra sobre lo que Dios demandó al sustituto de Moisés para llevar al pueblo de Israel a la tierra prometida: “Sólo te mando que te esfuerces y seas valiente”. Muchos líderes no han logrado realizar sus metas aun con visión clara y planificada, porque les faltó ser esforzados y valientes. La suma de visión, laboriosidad y perseverancia es el sello de los grandes líderes de la historia. Perseverantes.- La perseverancia es, sin lugar a dudas, una cualidad indispensable para el liderazgo efectivo; hay líderes que teniendo visión, planificación y acción, al primer obstáculo se derrumban y abandonan los sueños, por no perseverar. Con carácter – El líder con carácter muestra autoridad, dominio propio, humildad y servicio; no busca el señorío ni la arrogancia. En Mateo 10: 42-45, el Maestro Jesús les dijo a sus Apóstoles: “Sabéis que los que son tenidos por gobernantes en las naciones se enseñorean de ellas,…….pero no será así entre vosotros,……… y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate de muchos”. ¡Qué maravillosa enseñanza! Jesús lo aclaró por que sabía que el peligro del liderazgo es el orgullo, y por que quería remarcar que la cualidad de siervo o de servicio a los demás siempre caracterizan al buen líder. Tengamos fe que Dios está levantando estos líderes. "Sistema que no brinda bienestar debe ser cambiado"