Además, confirmó que el grupo se reunió con un diseñador gráfico para comenzar la planificación de la portada del disco, para el que aún no hay título oficial. "Nos prometimos que al contrario de lo que hicimos en la década de los 90, que fueron estresantes y chiflados, intentaríamos tener un ambiente más sano" para grabar el disco, afirmó Ulrich, en alusión a los abusos de alcohol y drogas realizados por el grupo en el pasado. "Y de hecho, lo hemos logrado, para sorpresa nuestra sobre todo", agregó el batería, quien reveló que la banda tenía 26 canciones listas para poder entrar en el álbum. Al final, sus integrantes se decantaron por 11 temas, aunque no descartan eliminar una más por "problemas de duración". "Son canciones largas... estamos hablando de temas de siete, ocho o nueve minutos de locura", manifestó Ulrich. "No las hacemos largas o cortas a propósito, sino lo que nos sale natural", explicó. Ulrich, miembro de la banda desde sus comienzos al igual que el guitarrista y cantante James Hetfield, describió el nuevo material como "algo hardcore, con muchas variaciones, temas rápidos, lentos, melódicos... algo parecido a nuestras primeras grabaciones".