El Centro de Internamiento de Menores Infractores de Pimpiguasí, desde la semana pasada, dejó de permanecer al Ministerio de Inclusión Económica y Social, MIES, para pasar al Ministerio de Justicia.
En Manabí todavía no se ha nombrado a su principal.
Pimpiguasí dejó de funcionar en el mes de febrero cuando varios de los menores asilados prendieran fuego a las instalaciones con el propósito de fugarse. Los internos fueron trasladados a Quito y Guayaquil.
Un problema
La no operatividad del Centro de Internamiento ha generado problemas a la Policía Especializada de Menores, Dinapen, quienes no cuentan con un espacio adecuado para ubicar a los menores que ameritan prisión.
La semana pasada un adolescente, de 16 años, fue detenido por robar un DVD. Fue llevado a la oficina de la Dinapen donde permaneció varias horas. La situación se agravó cuando éste amenazó con suicidarse, informó la Policía.
Por la gravedad del caso, el detenido pasó a las órdenes de las autoridades.
La jueza de la Niñez y de la Adolescencia dictaminó responsabilidad del delito y fue enviado a Guayaquil.
Sin habitaciones
La Dinapen no cuenta con un espacio para los menores recuperados. En algunos casos duermen en las sillas hasta encontrar a sus padres.