El balance es "extremadamente positivo", dijo Correa en rueda de prensa en París, tras mantener una reunión que calificó de "muy emotiva y cariñosa" con familiares de Betancourt, en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde 2002 y cuya liberación es una prioridad del presidente francés, Nicolas Sarkozy. Afirmó que en su reunión ayer con Sarkozy comprobó que hay un "compromiso y coincidencia total" de posturas entre Francia y Ecuador "con respecto al conflicto colombiano en cuanto a los pasos que hay que seguir para tratar de liberar a los rehenes". A los familiares de Betancourt les aseguró que redoblará los esfuerzos por la liberación de los rehenes, al tiempo que dijo tener "buenas esperanzas" de que se reanuden los contactos con la guerrilla, rotos tras la muerte de su número dos, Raúl Reyes, en un ataque colombiano en territorio ecuatoriano el pasado 1 de marzo. Correa se felicitó de haber podido "contrarrestar" en esta gira lo que tildó de campaña de "calumnias y mentiras" lanzada por Colombia contra Ecuador para "justificar ese injustificable" ataque, que desató una crisis diplomática entre Bogotá y Ecuador, apoyado por Caracas. Tal como hiciera a lo largo de su gira, Correa rechazó las alegaciones de vínculos entre Ecuador y las FARC, que supuestamente muestran documentos de ordenadores hallados en el campamento de Raúl Reyes, y reiteró que no tienen ninguna validez. La Interpol divulgará mañana en Bogotá el resultado del análisis que, a petición de Colombia, hizo de las computadoras. Preguntado sobre qué pasaría si Interpol dijera que los ordenadores no fueron manipulados, Correa recordó que se rompió la llamada "cadena de custodia", lo que quita toda validez a lo que pudieran contener, reiteró que no recibió dinero de las FARC para su campaña electoral y sentenció que su Gobierno es "honesto". "El hecho objetivo aquí es que hay una agresión de un país a otro, que se mintió y que, pese a los perdones, apretones de manos y esas cosas, en el fondo no hay propósito de enmienda" por parte del presidente colombiano, Álvaro Uribe, y de su Gobierno, afirmó. Correa, que dijo desconocer una supuesta iniciativa de Perú para limar las diferencias entre Bogotá y Quito, afirmó que "tarde o temprano" tendrá que reunirse con Uribe. "Se le tratará con el respeto que merece como representante de un Estado soberano y hermano, pero en lo personal moriré indignado (..) con los que agredieron a mi patria: La confianza es como un cristal. Una vez que se rompe se puede volver a pegar, pero quedó para siempre marcado", afirmó. Acusó a Uribe y a su Gobierno de "no querer" la liberación de los rehenes de las FARC ni una solución al conflicto, porque "le es muy rentable -dijo- política y económicamente", en alusión a la ayuda de EEUU. Correa aseguró que "muchos" líderes en Latinoamérica y Europa comparten su opinión de que "no hay voluntad política" de Uribe y su Gobierno para la liberación de los rehenes. "Vamos a seguir tratando de contactar con las FARC para buscar la liberación de los rehenes (...) y si es necesario prestar territorio ecuatoriano" para que facilitar las tareas de intermediación, recalcó antes de advertir que lo harán "sin pedir permiso a nadie porque somos un país soberano". "Por motivos humanitarios hablaremos hasta con el mismo diablo para alcanzar la liberación de los rehenes", sentenció. Correa, que expuso hoy al ministro francés de Ecología, Jean-Louis Borloo, su plan de no extraer petróleo del yacimiento de ITT en la selva, si la comunidad internacional entrega a Ecuador la mitad de los ingresos anuales que le reportaría el crudo, dijo que el proyecto suscitó "gran entusiasmo" en España, Francia y la UE. También declaró que hubo una "gran receptividad" para su "Plan Ecuador", destinado a fomentar el desarrollo en la zona fronteriza con Colombia.