Sin embargo el marchista cuencano compareció en la rueda de prensa en Cheboksary, donde además reveló que nunca repite estrategia ni se marca los mismos objetivos cuando afronta una temporada, y además aseguró que ha encontrado renovada motivación en sus jóvenes compatriotas. "Siempre hago renovación de objetivos. Mi lema es: nunca competir dos veces con la misma estrategia ni por la misma razón. Siempre es diferente", manifestó. Su renuncia a la Copa obedece a una falta de entrenamiento derivada del problema en las vías respiratorias que le afectó a finales del 2007 y que le obligó a retrasar hasta enero el comienzo de sus entrenamientos. "Desde entonces no he tenido contratiempos, pero no es base suficiente para una Copa del Mundo. Prefiero no participar aquí y concentrarme en los Juegos de Pekín", precisó. Renovación de espíritu El atleta de Cuenca reveló que la compañía de sus jóvenes compatriotas le ha proporcionado renovados bríos. "He tenido la suerte de conocer a atletas de 20 a 25 años con un espíritu combativo muy grande y me han contagiado ese espíritu". "No es cuestión de ganar o perder un campeonato, sino de luchar en nuestra naturaleza como seres humanos, y ahora tengo la motivación de ser un luchador", dijo. Pérez auguró un nuevo récord mundial de 20 km. marcha, "porque todo está bien en Cheboksary: el circuito, grandes atletas y el apoyo del público. Si los rusos ya lo batieron en septiembre (Vladimir Kanaykin con 1h17:16), aquí puede pasar los mismo". El campeón olímpico, que prefiere entrenar fuera de Ecuador para escapar a la "abrumadora amabilidad" del pueblo, lamentó que en toda América sólo haya una prueba importante de marcha (en México), "y en esas condiciones es difícil trabajar para un marchador". Los planes de Jefferson hasta los Juegos Olímpicos incluyen una sola competición, el campeonato iberoamericano en Iquique (norte de Chile), luego hará una concentración, probablemente en Italia, y después acudirá a Pekín en busca de su segundo título, doce años después de conquistar el primero en Atlanta. Sánchez y Saquipay, esperanzas latinas en ausencia de Jefferson La presencia del ecuatoriano Jefferson Pérez como simple espectador convierte al mexicano Eder Sánchez en la máxima esperanza latinoamericana para brillar en la Copa del Mundo. Sobre las espaldas de Sánchez recae la responsabilidad de dar a México una nueva medalla en la Copa después de seis años de sequía. Sánchez, de 21 años, ha obtenido buenos resultados en las dos pruebas de la Challenge Mundial que ha disputado este año: ganó en Chihuahua en marzo, y fue tercero, un mes después, en el circuito que acogerá la prueba olímpica en Pekín. Las esperanzas latinoamericanas de medalla también incluyen a Rolando Saquipay, el lugarteniente de Jefferson Pérez, que madura con rapidez y compite ya en pie de igualdad con la elite de los 20 kilómetros. Su marca personal de 1h19:21 le asegura un puesto entre los favoritos. Por su parte el español Paquillo Fernández, tres veces subcampeón mundial y una olímpico de 20 kilómetros marcha, defenderá su título frente a un puñado de atletas rusos ávidos de ganar, junto a la estima de sus paisanos, la recompensa de 30.000 dólares reservada para los ganadores. Su "bestia negra" Jefferson Pérez no será, esta vez, obstáculo para el granadino, como ocurrió en los tres últimos mundiales.