Entre los lugares que visita figuran El Florón, Picoazá, La Piñonada, San Alejo, adonde acude con regalos para las madres más humildes. “He tenido el apoyo de centros comerciales, los mercados con víveres, ropa y calzado”, explicó. En esta actividad se inscribe un agasajo a 46 reclusas de la cárcel de mujeres, como también a los ancianos del asilo Guillermina Loor y el día lunes a los del asilo de Andrés de Vera, en la ciudadela Miraflores. “La acogida que me dan es muy linda, todos se sienten alegres de ser tomados en cuenta”, señaló la reina. Falta alimentos Estas recorridas le permiten ver que “hay muchas personas con necesidades en cuanto a comida y andan descalzas, hay quienes me dicen que comen una vez al día”. Y, aunque tiene el apoyo del Municipio, la Prefectura y algunos comercios, dice que “necesitamos más, para ayudar”. Por ejemplo, para la tarea de las religiosas que trabajan en La Piñonada y que enseñan trabajos manuales a habitantes del sector, se requieren telas. La soberana pidio la colaboración de personas de buen corazón, pues así podremos llegar con ayuda a muchos más”.