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División en la cumbre sobre crisis alimentaria

Managua.- La propuesta venezolana de destinar 100 millones de dólares a los países centroamericanos y del Caribe a través del Banco del ALBA causó la objeción de Costa Rica y El Salvador a la declaración final de la cumbre sobre la crisis alimentaria celebrada hoy en Managua. En la declaración de Managua, de 27 puntos y con un anexo especial de Venezuela, Caracas propone destinar 100 millones de dólares a través del Banco del ALBA con el fin de financiar los proyectos agrícolas que presenten los países centroamericanos y del Caribe.

Jueves 08 Mayo 2008 | 09:10

Al concluir la cumbre, Arias declaró a la prensa que su Gobierno "tiene discrepancias importantes, conceptuales" con esa declaración final, por lo que prefirió no suscribirla. "En el ALBA, ellos (los países miembros) no creen en el comercio libre", sostuvo el gobernante costarricense. La Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) es una iniciativa de integración para los países de América Latina y el Caribe promovida por Venezuela, en contraposición al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsada por Estados Unidos. El ALBA lo integran Bolivia, Cuba, Dominica, Nicaragua y Venezuela. Según Arias, los países miembros del ALBA no creen en el libre comercio, mientras que Costa Rica apuesta a insertarse en la economía internacional. "Yo aplaudo a los países del ALBA cuando hablan de una mayor solidaridad y cooperación. Nadie va a rehuir a que nos quieran dar cooperación los países del ALBA, pero si es bajo la condición de que no podemos seguir buscando nuevos mercados e insertándonos en la economía internacional, no aceptamos", aseguró. Agregó que el ALBA "tiene una concepción filosófica muy bella, muy cristiana", en la que "el socio rico es el que más coopera, que es Venezuela". No obstante, señaló que ese proyecto de Caracas "es contradictorio" con la convicción de que tienen de "seguir tocando puertas para abrir el comercio con otros países importantes". Arias también observó que "Centroamérica tiene sus propios organismos internacionales" y mencionó al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) como posible fuente de financiación para el sector agrícola de la región. "El BCIE es una institución que fácilmente podría financiar a los agricultores en toda Centroamérica sin condiciones ideológicas", planteó el gobernante. Por su lado, la canciller salvadoreña, Marisol Argueta, coincidió con Arias en que el ofrecimiento de Venezuela a través del Banco del ALBA puede representar imposiciones ideológicas. Aseguró, igualmente, que su país no firmó el documento porque "el precio del costo del combustible es un elemento que hace falta en la declaración". "El presidente (Elías Antonio) Saca ha dejado claro que el principal problema que está afectando a los países que importamos petróleo es el tema del costo del combustible, el cual es un factor que está generando una incidencia directa en el alto costo de los alimentos", añadió. Durante el encuentro, Venezuela también propuso crear un banco de insumos agrícolas para disminuir los costos a pequeños y medianos productores; crear un plan especial dentro de Petrocaribe para financiar la producción agrícola, a través de cuotas especiales de combustible que impacten sobre la producción, entre otros. Otro de los puntos acordados por los participantes, a excepción de Costa Rica y El Salvador, es rechazar las prácticas de subsidio agrícolas ejercidas por los países industrializados, subsidiar a la producción agrícola nacional y promover que la banca privada destine al menos el 10 por ciento de su cartera total para financiar la producción agrícola. También apoyaron la creación de un fondo que destine los recursos necesarios para desarrollar la producción de alimentos, aunque no precisaron monto; destinar dineros gubernamentales para estimular la producción de alimentos y reunirse a finales de mes en México para continuar con la discusión del tema, entre otros. A la cita estaban convocados todos los presidentes de los países centroamericanos, del Caribe y miembros del ALBA. Los gobernantes centroamericanos, caribeños y suramericanos coincidieron, además, en que la responsabilidad de la actual crisis alimentaria mundial es de las naciones desarrolladas. "La enorme diferencia de la pobreza en el mundo en el siglo XXI es que no es debida a la escasez sino a la mala distribución" de los recursos, aseguró el presidente de Ecuador, Rafael Correa. Por su parte, el mandatario boliviano, Evo Morales, propuso "declarar una gran emergencia latinoamericana", mientras su homólogo de Haití, René Preval, describió como "una catástrofe" la situación alimentaria en su país, que el mes pasado degeneró en violentos disturbios. EFE
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