Pese a sus derrotas en la decimotercera jornada, River y Estudiantes de La Plata se mantienen a la cabeza de la clasificación, ahora seguidos de cerca por Boca Juniors y por un lote de equipos que mantienen buenas posibilidades de luchar por el título, como San Lorenzo e Independiente. En la jugada anterior al gol, Carrizo tapó un remate a bocajarro de Rodrigo Palacio, tras una cesión milimétrica de Martín Palermo, en un encuentro de muy pocas jugadas en la áreas, de creatividad casi nula y de escaso relieve técnico colectivo e individual. La importancia del choque, la tensión y el marco multitudinario en los graderíos, con alrededor de 52.000 espectadores, pareció incidir en su desarrollo. Riquelme en Boca y Ariel Ortega en River, los jugadores más dotados de ambos equipos, estuvieron lejos de aportar el valor agregado que de ellos se esperaba en el partido clave de una Liga pareja, en la que los equipos que disputan también la Copa Libertadores son sus principales protagonistas. River terminó el encuentro con tres delanteros en el campo, el uruguayo Sebastián Abreu, el colombiano Radamel Falcao García y Mauro Rosales, lanzados con desesperación al ataque, lo que abrió grandes posibilidades para el contraataque boquense, de todas maneras infructuoso por la falta de precisión de sus puntas, especialmente de Palacio. Sólo con un remate de cabeza de Abreu a los 84 minutos, que pasó cerca del larguero de la portería boquense, puso a River cerca del empate. El triunfo, vital para sus aspiraciones, dejó un mal sabor a los boquenses por la lesión que sufrió el defensa paraguayo Claudio Morel Rodríguez, que reaparecía tras varias semanas en dique seco por un problema físico. Juegan más tarde Rosario Central-Racing, Gimnasia y Esgrima La Plata-San Lorenzo y Tigre Vélez Sarsfield. EFE