La señora vivía sola desde hace muchos años, y como era su costumbre cada día visitaba a sus vecinos para conversar, lo que también hizo el viernes hasta eso de las 18h00, en que su amiga Anastasia Chele la fue a dejar a su vivienda, siendo la última vez que se la vio con vida. En horas de la mañana de ayer, a los vecinos les sorprendió ver la puerta del inmueble abierta por lo que optaron por subir a ver si algo le había pasado a Ciurliza y se encontraron con la escena de que ella estaba muerta sobre su cama, por lo que dieron aviso a la policía de ese lugar, informó la Policía Judicial de Jipijapa, cuyos agentes fueron a realizar las investigaciones. Huellas de sangre El cadáver presentaba las huellas de unos dedos en la zona del cuello, en la bata de dormir habia sangre, no tenía los anillos que solía portar en sus dedos y estaba sin su prenda íntima, pero no se puede anticipar si fue abusada sexualmente, indicó el agente. Los familiares viven en Guayaquil, desde donde vinieron ayer, ellos manifestaron que los comentarios de los vecinos son de que en la madrugada escucharon ruidos en la casa de la ahora extinta, pero nadie se imaginó lo que podría estar pasando. Acotaron que él o los autores del delito talvez pensaron que por tratarse de una jubilada del magisterio ella tenía dinero o joyas, pero ni siquiera había cobrado en estos días la pensión que recibía. Flora Ciurliza había enviudado hace varios años, tuvo una hija, Violeta Vásquez de Pastenes, quien reside en Guayaquil.