Estos medios presentan a las chicas de modo atractivo-provocativo, de forma que su éxito radica en ser "sexualmente deseables" y atraer la atención de los hombres. Las letras de las canciones, los vídeos musicales, hasta las muñecas para las menores ofrecen una imagen femenina "sexy"; y cada vez a edades más tempranas se incita a las jóvenes a una moda que sexualiza su corporalidad. Y las consecuencias no se han hecho esperar: sentimientos negativos hacia cuerpos no perfectos, el auge de la medicina estética, los desórdenes como la bulimia o la anorexia… ¿Quién habló de respetar la dignidad de la mujer? Juan Pablo II. Para que luego digan que la Iglesia está obsesionada con el sexo.
Pilar Sánchez, Barcelona (España)
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