El Ecuador es un país demasiado pequeño como para regionalizarlo y muy diverso como para centralizarlo. Me parece un desgaste inútil de energías y neuronas, de parte de una mesa especializada de la Asamblea Constituyente y de este nuevo monstruo burocrático del correísmo conocido como Senplades, el pretender establecer un nuevo ordenamiento territorial interno de la República, desconociendo e impostando una estructura geo-administrativa al margen o sobre las provincias.