El presidente ha declarado y con muchísima razón “que el dinero del gobierno es de todos los ecuatorianos y no puede ser regalado en prebendas a trabajadores” ¡Que bien! Lean estas perlas como sencillos ejemplos: los miembros de algunos sindicatos pueden dejar en herencia sus cargos por jubilación o fallecimiento, los dirigentes pueden cobrar horas extras sin trabajar, los que se retiran reciben beneficios adicionales y gratificaciones; en ciertas instituciones tienen seguro de salud privado con atención médica en hospitales del extranjero, reciben bonos para educación de sus hijos, pagos de vacaciones para el grupo familiar del trabajador, etc. Revisar todas estas ofensas, que lo son también para otros trabajadores que no gozan de privilegios, es la noticia buena de la semana. Pero la mala es el puente vacacional con ocasión del 1 de Mayo. Para decretarlo, la Ministra de Turismo ha recurrido al manoseado argumento que así se incentiva el turismo lo que quiere decir que no ha tomado en cuenta la crisis que la mayoría de los ecuatorianos padece. No, señora Ministra. En épocas como la actual en que el costo de la vida ha subido y los ecuatorianos tenemos menos poder adquisitivo, lo conveniente es estimular el trabajo para que el trabajador pueda llevar los bienes que ha tenido que dejar de adquirir por la elevación de precios. Pero aún si no tuviera que comprar es preciso impulsar el ahorro para que pueda tener dinero disponible en caso que se le presente alguna emergencia. Pero lo que se está haciendo, es justamente lo contrario: promover el gasto y el endeudamiento en ciertos casos. Realmente esto no tiene sentido, aunque la palabra “puente” suene bien. Todos estamos de acuerdo en que el Turismo hay que alentarlo por los puestos de trabajo que crea y por las divisas que eventualmente ingresan al país por este concepto. Pero esto no quiere decir en lo absoluto que a la sociedad ecuatoriana, a toda, se la obligue a tomar descanso en un día, como es el dos de mayo, que lo requiere para generar ingresos en los momentos que no es fácil generarlos. Realmente la medida, al menos en esta época, lo que hace es alentar el ocio y no el trabajo. Y así no progresa el país.