Cuando el cuento es cercano, trata de asuntos que nos tocan, que nos conciernen, que son parte de nuestra cotidianidad, es altísimo su nivel de penetración en la mente de la masa. Si el cuento está dosificado adecuadamente de elementos que causen horror en la audiencia (equivalente a los lectores, en la literatura), está asegurado su éxito. Abundan los cuentos de terror en nuestra tradición oral. El terror atrae como al gato la curiosidad, incluso aunque puede implicar grave riesgo de seguridad. Pero si a todo esto se suma el humor, entonces podemos decir que se han mezclado sabiamente todos los elementos que hacen de un cuento dicho, contado verbalmente, un éxito absoluto. Estas son razones que aportan a nuestra sugerencia de hacer que esta noche, a temprana hora (la función comienza a las 19h30), nos dirijamos al auditorio del Museo Portoviejo y Archivo Histórico (planta baja del edificio La Previsora, esquina de Sucre y Olmedo) para disfrutar de los Cuentos de terror con mucho humor, con el fabuloso fabulador manabita Joseín Morán González (Jipijapa, 1960). Felicitamos a Jacqueline Álvarez y Ángela Zevallos, administradora y coordinadora, respectivamente del Museo-Archivo, y, desde luego, a Joseín, y les agradecemos la invitación. No, no faltaremos.