El relevo de la antorcha olímpica en Indonesia se efectuó ayer casi que a puertas cerradas: por pedido de China, las autoridades locales limitaron a la gente con invitación especial el ingreso al estadio donde la llama fue paseada. La policía detuvo a varios manifestantes que se congregaron en las afueras del estadio e incautaron banderas y carteles pro Tíbet. Las 5.000 personas que se reunieron en el estadio Bung Karno para recibir la antorcha en un día nublado eran mayormente funcionarios del gobierno.