La revolución ciudadana puede hacerse en paz y de esa manera obtener las normas para funcionar socialmente sin mayores sobresaltos. Para eso la revolución ciudadana debe abatir la inequidad social que ha llegado a niveles vergonzosos, insoportables. Sin embargo, han sido muchos los prejuicios mediáticos, muchos los miedos que se han ido inoculando como intentar desvirtuarla toda o descomponerla hasta provocar caos.