Así, el máistro “Chicho” es como se ha convertido en eso, no, no en “Chicho” sino en máistro de la guitarra. Y como el man no es egoísto, indentonces está grabando un cidí bien bacanzote donde tuititito es instrumental, Bernal. Desde luego que no es cosa, Joza, de acelerarse como tonto gil a cuete mil, no, qué va. “Chicho” avanza con calma pero en firme, de tal manera que el próximo año, ñaño, que caerá 2008 si nadie se opone, Bone, aparecerá el nuevo discompacto. ¿Y por qué el año venidero, Vivero? Porque será el de la celebrancia de los cincuentañitos de “Chicho”. Oséase, sus jodas, digo, sus bodas dioro, pero no de nación sino de instrumentación: medio siglo tocando guitarra, haciendo música, metiéndole al arte, Indarte. Y lo hará -la presentencia del dc- con un festivalazo del carajo con los más bacanos estrellos y las más lindas estrellas de la miú en Manabís, Quimís. El nuevo compacto de “Chicho” tendrá pasillos sencillos, sanjuanitos bonitos, boleros traketeros y albazos y a la botella, Mireya.