Tomás Canala, de la empresa quiteña Ingeniería Eléctrica Canala, ejecutora del estudio, dijo que el objetivo de mostrar al público el proyecto eléctrico que ejecutará TIDE, en este caso a la comunidad de La Florita, busca desvirtuar todo tipo de dudas respecto a las afectaciones que podría representar el paso de la línea de transmisión para alimentar al puerto. El estudio ofrece todas las garantías en esta zona poblada, donde las edificaciones en su mayoría, son de apenas una planta, señaló. Inicialmente, hasta que se construya la subestación Manta 5, la línea de transmisión partirá de la subestación Manta 2, cuyo recorrido hasta el puerto alcanza los 7 kilómetros. Las líneas de transmisión de TIDE se instalarán a una altura de 18 metros. El tendido actual de los cables de transmisión de Emelmanabí tiene una altura de 10 metros, diferencia que ofrece seguridad a este sector poblado y a otros ubicados en el tránsito de la vía citada, señaló. Es más económico El representante de la empresa que ganó la contratación de dichos estudios hizo conocer que se pretendió evitar el cableado aéreo y escoger la alternativa subterránea, pero los costos son 10 y 15 veces más que la inversión aérea. El proyecto fue aprobado por TIDE y en los próximos días se realizarán las bases para la inmediata licitación de la construcción de esta línea de transmisión. Luis Vera, morador, se mostró satisfecho con la explicación técnica, pero dijo que estarán vigilantes de que se cumpla el diseño original, capaz de evitar los problemas que hoy sufren con la vía puerto-aeropuerto.