El epicentro se localizó a 59 kilómetros de profundidad, precisó el organismo, con una duración de 40 segundos. El sismo, que sacudió desde la frontera con Perú hasta la región metropolitana de Santiago, en el centro del país, generó pánico en la población y además de la veintena de heridos y algunos daños materiales, pero no víctimas mortales. El Gobierno se reunió de inmediato para analizar la situación y se anunció el viaje a la zona del ministro del Interior, Belisario Velasco, además del envío de un avión con la primera ayuda a las zonas afectadas. Velasco adelantó a los periodistas que la mayoría de los lesionados corresponden a las localidades de Tocopilla y María Elena, ambas en la región de Antofagasta. El sismo causó cortes de caminos por desprendimiento de rocas e interrupciones del servicio telefónico y eléctrico en algunas ciudades del norte del país, según la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi). Según el experto del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, Carlos Aranda, este tipo de sismos por lo general son desastrosos, pero dado el lugar y la profundidad sólo resultan afectadas casas muy antiguas. En Arica, Iquique y Huara el temblor alcanzó una intensidad de seis grados en la escala internacional de Mercalli, que va de uno a doce, mientras en Antofagasta y Tocopilla, a 1.346 kilómetros de Santiago, el temblor alcanzó ocho grados en la misma escala y en las localidades de Calama, María Elena, Mejillones, Baquedano y María Elena llegó a siete grados. En tanto, en Copiapó, capital de la región de Atacama, a 804 kilómetros de Santiago, la intensidad fue de cinco grados, al igual que en Caldera, Chañaral y Tierra Amarilla. En Huasco, Freirina, Vallenar y Alto del Carmen la intensidad fue de tres grados, mientras en la región de Coquimbo, las ciudades de La Serena y Coquimbo el temblor fue también de tres grados al igual que en el puerto de Valparaíso y la ciudad de Viña del Mar y de dos grados en la capital del país.