Primero hay que cumplir con la fe en la divinidad y luego aprovechar la cercanía de la playa, dijo Manuel Cedeño, quien estuvo ayer en Montecristi y después en Manta.
Cientos de personas llegadas de varios lugares de Manabí, de la provincia de Los Ríos y de otros rincones de la patria, se concentraron ayer en el malecón de Tarqui, tras haber cumplido sus mandas ante la Virgen de Monserrate.
En el lugar, no sólo se observó a los feligreses, sino también la presencia de kioscos y carretas ofreciendo diversidad de alimentos.
Operativos
La Policía de Tránsito, durante la mañana y tarde ofreció ayuda a los feligreses que cruzaban la vía puerto-aeropuerto para llegar a la playa y disfrutar de un refrescante baño.
El trabajo policial tuvo que ver con la aplicación de señales de reducción de velocidad y pare, ayudado con la colocación de conos.
Manuel Cedeño, oriundo de Calderón, dijo que religiosamente los habitantes de esta parroquia y sitios aledaños acostumbran visitar Montecristi el segundo martes de cada noviembre, para rendir pleitesía a la Virgen de Monserrate, imagen ante la cual expresan oraciones para recibir y agradecer favores.
Después de esto, aprovechan la cercanía de la playa para llegar a Manta y compartir el resto del día.