Lynne, la madre de Britney Spears, se siente culpable. “Me gustaría haber pasado más tiempo con ella mientras estaba de gira, pero no pude. Tenía que cuidar de mis otros hijos. No eduqué a mis hijos para que tuvieran carreras en Hollywood. Es algo que me ha explotado en la cara y los grandes sueños se tornan dolores de cabeza”, agregó.