Chávez dijo a reporteros en el Palacio de Miraflores que en la reunión participó Iván Márquez, comandante de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Adelantó que en el encuentro se evaluaron los pasos dados y se comenzó a armar el mapa de una salida: tengo mucha fe y cuento con la buena fe de las partes para un acuerdo humanitario, expresó. El mandatario anunció también que recibió una carta del jefe de las FARC, Manuel Marulanda, y aseguró que en la agenda de ambos quedó establecida una reunión. Sólo falta donde, cuando y cómo, subrayó. Chávez, quien se declaró “más optimista que nunca antes en cuanto al canje”, anunció que se está a la espera de las pruebas de vida de los prisioneros en poder de la guerrilla, que ordenó obtener Marulanda. Al respecto Márquez indicó que se trata de 47 a 50 militares y otros funcionarios del gobierno, incluyendo a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres estadounidenses. Precisó que la recolección de las pruebas se realiza en condiciones difíciles, debido a la ofensiva militar del Plan Patriota diseñado por Estados Unidos, en medio de bombardeos, y ataques de artillería y terrestres. Por su parte, la senadora Córdoba consideró que las gestiones marchan “muy bien” y entregará un informe secreto al Senado de su país, tal como pidió ese órgano. Según su criterio, la posible reunión Chávez-Marulanda depende del presidente colombiano, Álvaro Uribe, por lo cual no se atreve a adelantar fechas. Lo importante, dijo, es que “se abre una puerta importante seria, serena, con muchas posibilidades para las pruebas de vida”. El presidente colombiano Álvaro Uribe declaró que Colombia no está molesta por el hecho de que el presidente venezolano, Hugo Chávez, no le informara de su reunión con los jefes de las FARC como había convenido hacer.