Ángel Zambrano, propietario de la ferretería El Gato, ubicada en la avenida Alajuela y calle Ricaurte, manifestó su malestar por los desperdicios que frente a su establecimiento dejan quienes expenden pescado en el sector. Dice que no se opone a la venta de mariscos, pero sí a los desechos que le afectan su negocio y alejan a su clientela. Pide a las autoridades municipales mayor control.