Al menos un inmigrante indocumentado muere cada día en su intento por ingresar a Estados Unidos, dijo hoy el misionero italiano Francisco Pellizzari durante una misa en favor de los inmigrantes fallecidos efectuada en Nuevo Laredo. Pelizzari, director de la Casa del Migrante Nazareth en esta ciudad fronteriza con Estados Unidos, explicó a Efe que esta celebración se efectuó por primera vez en Tijuana, en 1997.