Desde tempranas horas de ayer, cientos de familias llegaron hasta el cementerio para pintar, colocar flores, coronas y velar la tumba donde reposan los restos de sus fieles difuntos que partieron hacia el más allá. Mientras los visitantes cumplían con su obligación sentimental dentro del cementerio, otros en las afueras del campo santo aprovecharon para ganarse unos cuantos dólares con la venta de algunos artículos requeridos en esta época, como flores, velas, etc. para colocar en las tumbas.