Muchos no reciben halagos sino negativas, pero persisten en su empeño de hacerse de unos cuantos dólares para ayudar en sus hogares y sus gastos de educación, especialmente. El fotógrafo Bolívar Quimís aceptó que los hermanos Rezabala entonaran dos canciones frente a la tumba donde están los restos de sus familiares, en el cementerio general de la parroquia Manta. También adquirió varios recipientes con agua que un niño vendía en las puertas del camposanto. F. G. C. (7), dijo que aprovechó la jornada para expender agua. “Me va bien y espero ganarme unos 20 dólares en estos dos días para ayudar en los gastos del hogar y comprar unos cuadernos que necesito”, dijo el niño, quien salió desde temprano de su domicilio en la calle 13 y avenida 24. M. S. M. (11), ofrecía empanadas, por pedido de su madre, para pagar deudas. J.J.M. se quedó hasta las 11 de la noche y vendió más de 20 paquetes de velas en el cementerio de la parroquia Tarqui. El trabajo de los más pequeños se convierte, en las familias de menos recursos, en una base importante. Lamentablemente muchos de ellos no tienen acceso a educación. Ventas Aunque no hizo calor durante la mañana, los menores ofrecían agua a quienes llegaron a los cementerios. Trabajo Velas y comida preparada fueron expendidas por los niños en una actividad que se torna casi normal.