La Paz.- En el altiplano boliviano se celebra hoy la fiesta de los difuntos con un peculiar sincretismo que mezcla ritos y supersticiones católicas e indígenas, con la comercial celebración de “halloween”. Desde casi una semana antes del 1 de noviembre, en las calles se empieza a respirar la importancia de la celebración, con las inevitables calabazas en los barrios más ricos de la región y puestos ambulantes vendiendo “tantaguaguas”.