Los manifestantes rechazan una resolución del Congreso, que decidió incluir a La Concordia como un cantón de Esmeraldas, y exigen que se realice un plebiscito local para definir si la población acepta ese fallo o decide permanecer a la recientemente creada provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas. Durante las protestas, según fuentes periodísticas, se produjeron algunos enfrentamientos entre pobladores y policías que intentaban despejar la vía para permitir el paso a miles de viajeros que intentan llegar a los balnearios de Esmeraldas. El ministro de Gobierno (Interior), Gustavo Larrea, anunció que la fuerza pública tiene la orden de asegurar el normal tránsito de turistas por esa carretera y dijo que más de un centenar de agentes han sido desplazados a esa zona para despejar los obstáculos de la vía y resguardar el orden. "Garantizamos la plena circulación del sector turístico" hacia Esmeraldas, añadió Larrea, tras informar que durante la protesta una persona ha sido detenida por efectuar disparos de arma de fuego. Según el ministro, el Gobierno ha iniciado un proceso de diálogo con los pobladores de La Concordia y remarcó que el Ejecutivo apoya un plan de consultas para determinar la situación jurisdiccional de esa localidad. De su lado, Valentín Bolívar, presidente de la Cámara de Turismo de Esmeraldas, dijo a la emisora Radio Quito que la protesta en La Concordia podría afectar la actividad durante el puente vacacional de tres días. Según Bolívar, los ingresos turísticos que Esmeraldas pretendía recibir durante este periodo vacacional alcanzaban los seis millones y medio de dólares. El dirigente turístico indicó que, pese a que la carretera a Esmeraldas por La Concordia es la más usada por los visitantes, existen otras vías alternas que pueden utilizar los turistas para llegar a las playas de la provincia. No obstante, pidió a las autoridades del cantón y del Gobierno central encontrar una solución inmediata para evitar que la actividad turística se vea afectada por las interrupciones en la carretera. Bolívar dijo también que, pese a la protesta, no se ha registrado una cancelación masiva de reservas hoteleras y que se prevé que a los balnearios de Esmeraldas acudan unos 54.000 turistas, sólo un 5 por ciento menos de lo estimado.