La proximidad del día de los difuntos devolvió la vida a los camposantos, semi abandonados por la municipalidad debido a los problemas políticos que afectaron durante dos años al cantón. En esta ocasión el alcalde Dan Vera dispuso que se pinte la fachada en ambos sitios y que se regule el comercio para que no haya inconvenientes para los familiares de los difuntos que lleguen en este feriado. José Alcívar es uno de los ciudadanos que llegó con papeles, agua y pintura al cementerio “viejo”, acompañado por su esposa, para adecentar la tumba de su padre. Decidieron hacerlo porque les pidieron 8 dólares por el trabajo, cifra que les pareció exagerada. Jehová Rodríguez, empleado del cementerio municipal, dijo que será desplegado un operativo de control con personas de esa entidad y el apoyo de la Policía Nacional. Además, será cerrada la vía de acceso al tránsito vehicular para facilitar el acceso al camposanto.