Desde hace 90 años, con el triunfo de la revolución rusa, casi la totalidad de las propuestas sobre políticas de desarrollo y de gobierno de los líderes políticos latinoamericanos han sido juzgadas por la opinión pública bajo el excluyente dilema de izquierdas y derechas. Mientras más se acercaba un gobierno a alguno de estos extremos, más se polarizaban las sociedades y menos espacio quedaba para soluciones propias, eficaces y oportunas en la búsqueda del desarrollo de los pueblos. Esta disyuntiva hoy en Ecuador, es aún referente principal del debate nacional.